29 de agosto de 2011

Secuencias







El sol me adormece y me quema, puedo sentirlo casi olerlo en la piel, la arena caliente resbala entre mis dedos mientras el tiempo discurre modulado por las olas. Todo se detiene en ese instante y nada más existe...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La playa es el lugar idóneo para experimentar esos inolvidables e intensos fragmentos de eternidad. Muy bonita esta entrada. Saludos.

francesca dijo...

El mar siempre es una constante que me proporciona momentos de plenitud y placidez.
Gracias por tu comentario.